Por la catedral y su inmensa nave; por las laberínticas calles de su antigua judería, el Call; por el monasterio románico de Sant Pere de Galligants; por la basílica gótica de Sant Feliu; por las coloristas casas y el puente sobre el río Onyar; o por su inmensa muralla. Muchos años de historia y cultura concentrados, que debes saborear paso a paso, sin prisas.