Al otro, la sierra de la Albera, con un sinfín de caminos por recorrer. Imagínate solo o con los tuyos, practicando deportes náuticos, descubriendo joyas arquitectónicas milenarias o degustando un sabroso plato de pescado fresco. Todo esto, y mucho más, lo encontrarás en Llançà. Cuando vengas, abre bien los ojos; hay mucho que ver.