La iglesia de Sant Joan, la de Sant Llorenç, el castillo de la Vila o la cruz del rey Juan I el Cazador, un monumento que recuerda el lugar donde murió el rey Juan I de Aragón, en un accidente de caza. Y si te acercas hasta los restos del antiguo poblado medieval de Sidillà, desaparecido hace centenares de años, podrás visitar las ruinas de Sant Romà, una de las iglesias más antiguas del Baix Empordà y de las más primitivas de Cataluña. Un tesoro escondido en el bosque.