Una zona ajardinada en la que habitan peces, patos y ocas. Podríamos componer numerosos poemas a partir de un pueblo como Osor. Pasear sin prisas por sus calles y plazas es un pequeño placer a nuestro alcance. En las afueras, las antiguas minas de Osor, el puente de Les Bruixes o la presa de Susqueda también merecen ser visitados.